30.8.07

Puquis Truquis

Pucca

Esta es mi nueva minina Pucca, ¡veanla jugar!
Nos la dieron hace 5 días, si se fijan bien podrán ver el brillo diabólico, destructor y chantajeador en sus ojitos azules...naaa, es una chulada pero la ando persiguiendo para que no se coma las plantas, no rompa las cosas y se porte bien, tal y como su padre Castor se lo enseñó.



Pucca atacando la ropa de su padre:

Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar
Proverbio japonés

23.8.07

Bertolt Brecht habla por mí

PREGUNTAS

¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?

¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?

¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?

¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?

¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?

¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?

¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?

¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?

¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!¡Y espero con ansiedad la respuesta!

Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.

Si pasas hambre, no puedo darte de comer.

Así que estoy como fuera del mundo,perdido, como si te hubiese olvidado

Bertolt Brecht

18.8.07

La sola soledad

Me he encontrado caminando entre multitudes que me hacen sentir cómoda, de vez en cuando soñé con perderme entre las multitudes, ser parte de un todo homogéneo. De un movimiento continuo que arrastra que reta a permanecer parado en el límite.

Los sonidos son discontinuos, variantes en su volumen y forma; los gritos del gasero, los voceos del vendedor de discos, los niños cantores, el zumbido del metro que corta el aire del tunel, la respiración del anciano que se recuesta dormido en tu hombro. Todos somos uno, se pierde la distancia del espacio y el extraño te sostiene el brazo para que al frenar el vehículo no te caigas.

En la entrada del metro Lázaro Cárdenas hay un indigente; el primer día que lo descubrí dormía sobre un sofá de lujo, nuevo y limpio...lo descubrí robando y cuando me vio sentí miedo, pensé que la siguiente sería yo, así que fingí no verlo, me había quitado un zapato porque me lastimaba el pie, así que correr no fue mi primera opción; le sonreí y el se acercó decidido a mí. Mi corazón latió más rápido y cuando lo tuve enfrente me dijo -a veces tengo hambre-. Durante los siguientes días cambió su sofá fucsia por unos cojines decorativos rojos y verdes, luego por una maceta con flores hechas con hojas de elote, y la última vez tenía un cachorrito amarrado a las rejas del metro...era como si el hogar no se concretara nunca, somo si hiciera suyo el espacio por tiempos limitados.

Aquí hay que aprender muchas cosas y solo he aprendido algunas; en mi camino diario paso por una serie de talleres mecánicos, el primer día un tipo me saludó con el clásico acentito morboso y burlón y creo que nunca esperó que me detuviera en seco y le dijera sonriendo -buenos días señor, que tenga un muy buen día-. A partir de ese día todos ellos me saludan con todo respeto y a veces hasta intercambiamos algunos comentarios genéricos sobre el tiempo o la cantidad de trabajo. Así es sobrevivir o morir en el miedo.

Nunca había pasado tanto tiempo sola, sin ruidos, sin tele, sin plática; mis compañeros han sido mis libros que se acaban poco a poco, la buena Ella Fitzgerald, los gritos de una señora y su padre anciano y un desconocido que canta ópera... o eso cree. Es una soledad rara, a veces cansada. Hace unos días conocí a un hombre en el metrobus que se acercó pidiendo una dirección...pero ¿a mí? ¿la provinciana? nos reimos un ratito y aunque insistió en irse conmigo a casa mi rancherez y mi prudencia me hizo dejarle donde estaba después de darle un beso en la mejilla...su sonrisa me lo dijo todo, me sentí diferente y en un lugar en donde eres el habitante 397,868 hace del día algo especial. ¿Cómo sentirse especial aquí? ese es el dilema.

He asistido a entrevistas de trabajo, una en particular me emociona mucho porque es una empresa fabulosa, el trabajo de mis sueños y pasé a la última etapa de selección...no diré nada más porque odiaría echarle sal; pero eso sí, les comento la experiencia en una empresa china de nombre Doble Vela que se dedica a la venta de productos promocionales y para el hogar; me comentó que el personal nunca les dura, me hizo las preguntas de rutina...que si tu mamá, que si tu hermana, que si tu papá. Algunos sabrán que mi papá falleció hace algunos años y aunque no tengo ningun inconveniente en hablar de ello ni explicar la rarísima enfermedad, la mujer (Aracelly) me hizo cualquier cantidad de preguntas de pésimo gusto sobre ello, qué cuanto tiempo estuvo en coma, que si de verdad queda uno paralítico....yo trataba de mantener la tranquilidad y el sobrante de sonrisa, pero ella me miraba a mí y al monitor de su computadora mientras platicaba por Skype o como se escriba esa madre que ni me importa. El caso es que la tipa se reía abiertamente mientras yo hablaba del coma que precedió la muerte de mi papá y que esto sucedió 5 días antes de mi graduación -¿en serio?- dijo sonriendo la regordeta mujer. No respondí y seguí sonriendo.

No me afectó y accedí a hacerle un proyecto complicadísimo de "prueba" que para mí en español es "no tenemos la más puta idea de qué hacer y necesitamos pendejos que comiencen a armar lo que yo no puedo hacer". Lo hice y les gustó y me llamaron a las 2 diciendome que me presentara a las 5; debo decirles que me queda a 2 horas de mi casa y que es una zona de la chingada en donde hay mas trailers que coches, elegantemente le dije que no podría asistir poque tenia otra cita, pero en mi cabeza rondaba que la gente no les dura, recordaba sus cachetotes brillando frente al monitor mientras decía -ajá, ajá- y pensé (me disculpo de antemano por la grosería) A LA VERGA, y con toda mi diplomacia le dije, Aracelly te agradezco la llamada pero hoy no puedo porque ya es tarde para cancelar mi otro compromiso....y ¿adivinen que me dijo? -¿Entonces así lo dejamos?. Le agradecí su llamada y le dije, si...muchas gracias.

Cosas que pasan cuando ponen simios que descubren el skype o que descubren que su fealdad o gordura pueden pasar a segundo plano cuando no les ven la jeta. Cada cara es un mundo diferente, los rostros no se repiten nunca y cada salida es un viaje a otra ciudad; nada paga la experiencia de levantarse cada día y de poder toda clase de espectáculos, de presenciar las pláticas más absurdas entre los apretujones y la pérdida de lo que nos queda de virginidad.

Ya me gustan las sopas Maruchan y...LAU ¡Vi un minipastelito de sugus en vasito!

¡Y Todos me miran!... No entiendo por qué

¿Cómo que aquí no tenemos transformers?

5.8.07

Mi rumbo

Recién tuve mi primer desencanto, fui a buscar mi ropa limpia a la lavandería y…no olía rico, solamente olía a limpio, a nada más. Tan exacto y justo como el punto y seguido que acabo de poner, a lo mejor piensas que es curioso que hubiera esperado eso, pero la ropa en mi casa huele delicioso; para mí no hay nada mejor que acostarse a dormir con una sábana recién lavadita y perfumada ¿Estoy loca? Jejeje, no lo creo…ahora de camino al depa tuve que desviar mi camino porque sentí el olor a ropa limpia Y perfumadita de una lavandería, al parecer hay muchas por aquí.

Por el nuevo rumbo, aparte de tener lavanderías hay panaderías, tienditas, expendio telcel, cantina (por si alguien se te lo preguntaste), cocinas económicas, mercado completito y hasta una fonda que se llama “La memela nuclear”, no he comido ahí porque el nombre es imponente y a primera instancia se me ocurre que la comida no puede ser sana ahí.

Descubrí que a la vuelta hay un cibercafé y recién estoy sacando cuentas para indagar sobre la opción más conveniente (osea barata) para poder buscar trabajo en internet. El señor que lo atiende dice que abre a las 10:30 am y que cierra hasta morir, ya le dije que no se muera porque si no no va a haber nadie que abra al día siguiente.

En mis idas al mercado no pude resistir algo, aquí los peces son megabaratos…así que adquirí a Chicloso (que sospecho que es Chiclosa) un pez betta que es bipolar, ya que pasa de la aparente y extrema depresión a la euforia de dar vueltas en su pecerita. Los primeros días lo veia y me desesperaba porque lo veia soliiito y a veces demasiado quieto y dudaba sobre que siguiera vivo; he pensado en conseguirle un compañerito pero como esos peces son peleonerísimos no quiero encontrarme restos de Chicloso en el fondo de la pecera. Hace poco lo cambié de lugar y está feliz, solo que ahora no puedo cerrar mi closet porque lo puse en los entrepaños y como es blanco y está iluminadísimo se la pasa jugando.

Tengo la teoría que la soledad de dejar la casa familiar trae consigo algunos dones “mágicos” (por no llamarlos locura) como oído biónico para escuchar los pleitos de los vecinos y los juegos de sus hijos, piel de acero para bañarte con agua congelada y sobrevivir tomando solo simivitaminas, callos inmortales para caminar kilómetros y kilómetros sin desfallecer, supervivencia extrema sin maquillaje y casi sin tocar el cepillo y por supuesto la capacidad de sobrevivir sustituyendo el suéter por los abrazos de algunos seres queridos.

¡A mi planta le puse Patricio! Me inspiré obviooo en el exgober ya que me da la impresión de que tienen el mismo coeficiente intelectual y habilidad motora; no sobreestimo pero mi planta da florecitas blancas ¿puede hacer eso el exgobernador? Entonces ya peló.

Los que cohabitamos en este depto hemos instituido frases célebres y la más utilizada en estos días es: “Coño ¿por qué nunca nos da?” (refiriéndonos a dinero, claro). El depto ha necesitado toda clase de pendejadas (necesarias) como medidor de gas, arreglo de toda la instalación eléctrica, lavado profundo de ventanas (4 años sin lavarse no pasan en balde) y esto nos ha llevado a la bancarrota; Néstor nos ha bautizado como la familia de Les Miserables. Ya quedamos que si nos quedamos sin comer nos comemos a las macetas comunales Lorenza y Prudencio. Confiamos en que el depto no necesite más porquerías y que dejen de aparecer esos gastos enormes y no planeados.

Hasta hace poco dormí sola por primera vez en mi nuevo cuarto y me dormí apenas apagué la luz (casi casi parada y camino a la cama) después de más de una semana de que Néstor soportara que me riera dormida y de que yo aguantara que me pateara, a los dos nos cayó bien poder ronronear a gusto entre los respectivos cobertores. Por cierto, en una noche aburrida él me prestó “Diario de una ninfómana” me rei muchísimo y…ni se te ocurra leerlo; con decirte que mientras lo leía en mi cuarto solté la carcajada por una línea que ya se convirtió en la frase de la semana: “Tienes un culo de vicio, nena”, que chafa; ya regresé a García Ponce, esa si es perversidad más decente.

Estoy oyendo “Primavera” de Vivaldi y no veo claro porque está nublado y tengo frío.