El perfume huele como siempre, pero desaparece todo en una sola inspiración. Te despides apartandole el cabello húmedo de la frente y besando los labios que aun sonríen.
Cuando te subes al auto para marcharte y lo único que piensas es en regresar, no sabes a qué pero quieres estar de nuevo frente a esa puerta y verle. Volver a la calidez de esas sábanas y acariciar esos brazos, besarle los hombros.
-Más- respiras, -más- se agita, -más- gritas.
1 comentario:
Tan cierto..
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