25.7.07

El día de la luz

El martes estuve desde las 7 am sufriendo lo de la luz en el depto. , seguro te preguntarás por qué sufriéndolo, jeje; resulta que el lunes que llegaron a conectarla los de la compañía de luz y fuerza, no quisieron hacerlo porque no estaba indicado cuál era la caja de fusibles que pertenecía a nuestro depto., por lo que pidieron al chavito que funge como mantenimiento que lo ubicara..se fueron no sin antes decirme que si quería que fuera rápido que los fuera a verlos a las oficinas al día siguiente y ellos pasarían. Después de hurgar entre los fusibles con el chico de mantenimiento, ubicamos una caja de fusibles por lo que al día siguiente cuando aún había neblinita me fui caminando (más de 10 cuadras largas) a las oficinas para decirles que fueran, así lo hicieron y ¡sorpresa! Descubrimos que la instalación completa que lleva luz a mi depto no sirve (buaaa) y que ya le había pasado a otros inquilinos y era nuestro turno de sufrir las porquerías de los constructores del edificio; of course la compañía de luz no es responsable más que de que la luz vaya del poste a la caja general de luz así que les vale madres lo que ocurra dentro del edificio; eso me dijo el coqueto muchacho que fue a instalarme la luz, quien no se calló hasta que le dije que vivía con mi esposo; mentiritas blancas válidas para salvarse de situaciones incómodas surtidas.

No me tardé en ubicar a unos electricistas del rumbo, uno viejito, gordito y de cabello cano y otro treintón delgado panzón. Verlos conectar y desconectar cables y rascarse la cabeza ameritaban musiquita chillona de circo, no tenían mucha idea de lo que hacían pero al final sacaron una solución que parecía bastante decente por lo que les di el dinero para comprar el material. Todo esto significó otras caminatas breves para ir a buscarlos y hacer los tratos respectivos; el resultado: ampollas navideñas. Pero todo valía la pena por sentarme en la escalera para verlos e imaginarme globitos de diálogo sobre sus cabezas diciendo –uga- mientras corrían en cámara rápida alrededor del tablero eléctrico del edificio.

Cuando se suponía que debían ir a comprar el material aparecieron con cara de what inventando pendejadas de meter los cables de luz por la ventana y haciendo cuentas chinas que elevaron la potencial cuenta y acabaron con mi paciencia; me enterqué en desglosar el precio del material eléctrico que iban a usar, y el tipo al verse descubierto transandome casi 300 pesos se encabronó y me retó a irme sola a comprar el material, le dije que si y que me devolviera el anticipo y que si lo necesitaba lo iría a ver. Nuncaaa sucedió, me conseguí a otro electricista muy lindo y caballeroso que me cobró menos y solo pidió chance de irse a comer antes de comenzar y así lo hizo.

Le entregué al nuevo electricista 800 pesos para el material, muriéndome de miedo de que desapareciera y me dejara chiflando en la lomita y más pobre, jejeje; mientas regresaba decidí almorzar algo en la cocina económica de la vuelta y pedí una sopa, recuerdo habérmela tomado mirando el fondo del plato como si ahí fuera a aparecer algo, sentía alivio de haber encontrado fácilmente a otro electricista, pero mello de que iba a quedarme sola con él más de 4 horas y bien aburrida en el depto. Cuando me acabé la sopa me trajeron el resto de la comida y comí menos de la mitad y dejé un plato tibio de frijoles sin tocar, estaba pensando demasiado y comenzaba a sentir dolorcito de cabeza; en eso oigo a una voz algo aguda acompañada de guitarra que entona una canción romántica –no le va el tono- pienso mientras revuelvo la salsa de mis enchiladas verdes y pido la cuenta…en eso el cantante, viejo y sucio se acerca a mi mesa a pedir dinero; le ofrezco mi comida casi completa que yace aún humeante y me mira sorprendido -¿si?, ¿no vas a comer tú?- miro su barba y niego con la cabeza, se sienta tímido mientras le paso los platos y el vaso limpio y la jarra de horchata; en eso pasa la dueña de la fonda y nos mira a ambos con desprecio. El cantante me sonríe y me pide permiso para quitarme una pelusa del hombro y me pregunta -¿qué te quitó el hambre?- lo miro por primera vez a los ojos y siento esa mirada cálida que estuve evitando antes, sentí que quería sollozar, quise decirle que había sido un día difícil y que necesitaba un abrazo, pero no lo hice y me limité a decirle –nada más- me seguía mirando y sabía que no me había creído, sonrió de nuevo y me dijo –tienes que comer bien y cuidarte mucho- pensé en mi mamá, eso me diría ella. Por un momento sentí que él me conocía y aunque lo intentara no podía ocultar lo evidente, bajé la mirada y él me dijo –así como tú te acuerdas de otros, otros se acuerdan de ti; Jesús se acuerda de ti y no se va a olvidar- Abrí grandes los ojos y en eso el mesero me devolvió el cambio en monedas, pregunté si le podían dar más refresco al cantante y me levanté despacio de la silla, quería irme rápido antes de que alguna lágrima me traicionara, le dije que comiera bien y le di un hasta luego, el me agradeció y antes de alejarme escuché –Él se acuerda de ti.-

Me marché rápido y llegué al depto. lo más rápido que pude, para encontrarme con la agradable sorpresa de que mi cama ya había llegado, emocionada la metí al cuarto y le quité el plástico como si fuera un gran regalo de navidad, a momentos lo abrí con las manos y a ratos hasta lo mordí para romperlo, pero siempre contenta; apenas terminé le puse la sobrecama que durante tantos años de mi vida he usado, me sentí como en casa y apenas me acosté sentí una paz inmensa, quise dormir pero debía esperar a mi caballero andante con pinzas y cinta (“a” don Jorge el electricista); 4 horas después se hizo la luz.

Néstor festejó la luz con bailes tradicionales mexicanos...usando mi sábana como vestido de folclor. Cómo me reí.

3 comentarios:

ECC dijo...

y se hizo la luz!

Cheyo Pimienta dijo...

Genial, pocas veces leo textos largos, pero el tuyo tiene un excelente ritmo... muy bueno.

¡Saludos!

Ricardo Mata dijo...

Excelente... muy, muy buen post... esperó mas de estos...
No confies en los electricistas...
Cuidate y come bien... saludos!