28.7.08

Rudos vs. Técnicos


El viernes, casi sin planearlo acabamos en la Arena México y después de mirar con ojos de "sospechosismo" a los revendedores con sus bonches de boletos de Ticketmaster, nos dirigimos a la taquilla y compramos boletos de $60 para ver el Grand Prix, Leyenda de plata 2008 de la CMLL (Consejo Mexicano de la Lucha Libre...o algo así).

Como primerizos nos dirigimos con ojos brillosos de Candy Candy a ganar un lugar en las butacas y tuvimos la suerte de encontrar los lugares juntos y pipi-free (libres de orina), nos sentamos frente a unos japoneses quienes se mostraron impacientes y soprendidos con cada cosa que iba sucediendo dentro y fuera del cuadrilátero.

Nos recibió un host vestido de blanco que con un micrófono saludó a todos los fanáticos de la lucha y a los medios mundiales del mundo (sí, así), presentó a las gatitas (así llamé a las edecanes, de cariño) quien una a una se retorcieron sensualmente al paso de la cámara y de los luchadores.

De mis amigos, Yo era la única que había oído de los luchadores, más nunca los había visto en acción. Fue realmente sorprendente que iniciara el espectáculo y verlos dar cualquier clase de marometa soñadora, señales obscenas y danzas de la victoria. Fue muy emocionante, pronto cada quien tomó su bando y coreó las pegajosas porras, no pasó mucho tiempo antes de que me eligiera a mis favoritos en la sección de "México contra el mundo", en la cual 8 mexicanos (Wagner, Dos Caras, Bucanero, etc.) se enfrentaron a 8 extranjeros inmensos, entre ellosel inolvidable  Corleone, Johnny Devine (sí, divino él), el monumental Alex Koslov, entre otros. Bueno, lo aguerrido de los mexicanos y su inmensa porra (toda la Arena México) se debatieron con la teatral comparsa extranjera; vimos volar luchador tras luchador; reimos al verlos enfrentarse fuera del cuadrilátero y gritámos -Buuu- al unísono después de cada acción de los güeritos. A huevo, pensé, todos juntos gritándole al mismo, aquí no hay rudos y técnicos...aquí hay mexicanos y el resto.

Las edecanes sucedieron una a otra en sus tacones y botas altísimas y shorts apenas perceptibles, unas caminando con garbo y otras aferrándose a sus letreros de "2º round" y huyendo de los luchadores que se lanzaban unos a otros en dirección de sus hermosas y curvilineos cuerpecitos. Fingiendo sonreír y por supuesto retorciendose sensualmente aún y apretando el paso.

El ambiente se fue calentando y los gritos subiendo de tono, salieron más campanas a tocarse, más matracas, más olas de gente que se levantaba indignada o celebrando. Exaltados, felices, gritones y desbordantes; todos con la mirada fija en un solo punto iluminado del recinto.

Pronto sucedió lo esperado, después de presenciar el nacimiento de muchos moretones anunciaron la pelea fuerte, a los dos luchadores esperados: Al Místico y al Hijo del Perro Aguayo....lo mejor estaba por venir.

Las gatitas "deluxe" con sus trajes brillosos no tardaron en llenar la pasarela y mandar besos en todas direcciones, los chiflidos fuera de hacerlas sonrojar las hicieron moverse aún más provocativamente, muchos se sentaron en el borde sus butacas y se sorprendieron ante los fuegos artificiales de la presentación no muy espectacular del técnico Místico y el rudo Perro.

Se notó el nivel de la lucha, golpes más fuertes, movimientos impresionantes y más intensos; la afición gritaba porras que apoyaban a su favorito y de cada rincón surgían porras, abucheos, insultos, piropos....de todo. Era difícil no dejarse llevar, obvio yo no tardé en tomar partido y primero arrastrada por la fama mediática apoyé al Místico, pero después me pareció tan mediocre, tan soso, tan ñoño que cambié mis porras para el Perro y su rudeza. 

De pronto escuchamos unos gritos agudos detrás de nosotros y observamos a un niño de entre 3 y 4 añitos que se desgañitaba gritando -Místico, ¡¡ pégale sus patadotaas !!- pero Místico no esuchaba y se revolcaba en el piso esquivando los golpes del Perro, gris y decepcionante. La rabia del chiquito aumentaba con cada minuto y apretaba los puños y gritaba - ¡¡ Místico Defiéndete!! ¡¡ Perro sarnoso, suéltalo !!. - Nosotros sonreíamos y por momentos olvidábamos el espectáculo frente a nosotros para disfrutar del que el niño nos brindaba. En un giro de tuerca en la trama (jejeje) el Místico se levanta y gana el segundo round y el tercero, convirtiéndose en el ganador 2008 Leyenda de Plata. Los gritos tronaron en la Arena México y pronto todos salimos para deambular en las calles plagadas de máscaras, llaveros, camisetas, juguetes y recuerdos de todos los precios y gustos.

Sin duda, una experiencia nueva y emocionante; muy recomendable. Catártica en donde en vez de gritarle al tráfico, decirle un buu al idiota que te morbosea, o echarle porras a un amigo; haces todo ello, pero a un rudo o a un técnico.


2 comentarios:

ECC dijo...

Fuiste a ver al Mistico!!
que envidia

(claro que nunca lo he visto luchar, mi opinion se basa en su fama mediatica)

Galleta Chicken dijo...

Siii, ya fui otra vez :P
se pone buenísimoooo.

:)